Durante muchos años trabajé bastantes horas en ese sitio tan hostil que es el laboratorio fotográfico, y busqué una forma de huir de allí, para que mi fotografía personal fuese distinta. De lunes a viernes ejercía la fotografía profesionalmente y los fines de semana por afición. Saturado de tanto laboratorio, salí temporalmente de allí haciendo fotomontajes en el salón de casa, casi desde principio a fin, fuera del laboratorio. Haciendo un símil taurino se puede decir que practiqué una fotografía de salón. El refugiarme en el collage fue porque la fotografía tradicional no me motivaba. En mi trabajo profesional, era un fotógrafo que fotocopiaba la realidad sin alterarla. Deseaba encontrar algo distinto, una fotografía más creativa para que aportase algo distinto. El resultado de esa huida son las fotografías de esta exposición en las que parto de unos cuantos elementos reales para crear imágenes de mundos personales irreales y fantásticos. Mi fotografía no la concibo sin un gran angular extremo. La vida se ve en gran angular, pero sin la profundidad y perspectiva que se obtiene con las cámaras fotográficas. Cuando uso otras ópticas me encuentro incómodo, como si se me cerrase la visión del mundo que me rodea. Las fotografías anteriores a 1985, tienen el encanto de tener la perspectiva y las proporciones alteradas, por el sistema de trabajo artesanal que usaba en esa época. En mis fotos modernas no hay esas desproporciones, ya que la facilidad e inmediatez del proceso electrónico digital hace que subconscientemente uno tienda a corregirlas, perdiendo por tanto esa frescura y fantasía.

(Fragmento de texto) S. E.

Director de la galería: Luis Cegarra  Comisario: Paco Salinas

Inauguración: martes 15 de enero. 13 h.
Del 15 de enero al 16 de febrero